Considerado incluso como el antialmacén logístico, el cross-docking hace referencia al proceso en el que la mercancía se distribuye al usuario directamente sin pasar por ninguna nave ni almacenamiento. Todo tipo de productos se pueden adaptar a este sistema. No importa que sean materias primas, prendas o componentes.
¿Cómo funciona el cross-docking?
La mercancía queda en un almacén por muy poco tiempo después de recibirla. Por lo tanto, no se coloca en las estanterías ni tampoco hay que realizar picking. De estas características proviene el término en inglés, puesto que la operación solo pasará por los muelles de la nave (cross the docks).
El avance de la logística, sobre todo a causa de la modernidad de los almacenes y los sistemas de información, ha cambiado la forma de enviar productos. La necesidad de optimizar el espacio ha hecho que las cadenas de suministro sean mucho más ágiles y estén más integradas.
Para ello, se necesita una coordinación entre toda la cadena implicada. ¿Quiénes intervienen en este proceso? Transportistas, proveedores, almacenistas y usuarios finales. En el interior de cada almacén, además, es necesario contar con un potente sistema de gestión.
¿Cuáles son las fases del cross-docking?
Este sistema está compuesto por cuatro etapas:
1. Programar la distribución de los productos por parte de los proveedores.
2. Recepción de la mercancía en la nave logística.
3. Registro y revisión de la mercancía para cumplir los protocolos de calidad.
4. Embalaje, consolidación y envío de los productos.
Los tres tipos de cross-docking
Aunque la actividad se puede llevar a cabo en diferentes unidades, como las cajas, los kits o los palés, existen formas diferentes de organización en función de los pasos requeridos.
1. El cross predistribuido
Está considerado como el modelo más básico. Las unidades de carga se organizan y preparan por el proveedor, siempre teniendo en cuenta la demanda final. Las operaciones se limitan a recibir y expedir la mercancía.
2. Cross-docking consolidado
Las mercancías son manipuladas para adaptarse al cliente final. Las unidades de carga se trasladan a una zona de almacenamiento o acondicionamiento, lugar donde son examinadas.
3. Cross híbrido
Es el más complejo a la hora de gestionar los envíos. Toman parte de las mercancías de los camiones y parte de las ya almacenadas. Los productos que se reciben pueden pasar a un área de almacén de manera temporal. Aunque se trata del método más flexible, exige una eficaz coordinación de todas las tareas.
El almacén cross-docking es cada vez más popular entre las empresas logísticas, ya que el ahorro de espacio y los envíos más rápidos son claves en la logística actual. Por ello, en esta entrada se detallan los tres tipos y el funcionamiento de cada uno de ellos.
AM CARGO… ¡Siempre Around The World!