El transporte marítimo es uno de los más utilizados por empresas de todo el mundo. Su utilidad y eficacia están fuera de toda duda, pero quizá no sean tan conocidos los factores que pueden afectar a su precio. A continuación se analizarán para aclarar el motivo de las fluctuaciones en las tarifas aplicadas por este concepto.
¿Cuáles son los principales factores que afectan al precio final del transporte marítimo?
Es importante aclarar que el precio se calcula teniendo en cuenta:
- El volumen total de la carga a enviar.
- El tipo de ruta a realizar.
- Los costes de atraque en cada puerto.
- Los recargos que aplican las navieras.
¿Qué otros factores pueden alterar el precio?
Si bien estos cinco puntos son los que usan los transitarios para cobrar la tarifa respectiva, hay otros que inciden, de forma directa, en la cuantía a pagar.
La aplicación del incremento de precio
Se conoce en inglés por las siglas GRI (General Rate Increase) y hace referencia a la subida de precio que aplican las navieras. Estas compañías acuerdan subir los precios en rutas determinadas y en un momento del año concreto. Tras llegar a un acuerdo entre ellas, en menos de una semana la subida es efectiva. Lo que significa que si ya has contratado el envío y la subida se produce antes del flete, hay que abonar la diferencia.
La temporada alta
Al igual que sucede en otros sectores, en el transporte marítimo también hay temporada alta. Por lo general, entre julio y noviembre es cuando se alcanza el precio más alto por cada envío. Sin embargo, en momentos puntuales del año en los que haya un aumento de tráfico por cualquier tipo de contingencia, se puede subir el precio de forma automática. Esta subida obedece siempre a la contratación de personal necesaria para que los servicios logísticos tengan la capacidad de trabajar de forma profesional.
Otras fechas señaladas son el Año Nuevo chino y la semana dorada (entre finales de abril y principios de mayo en Japón y a primeros de octubre en China). En estos casos, todas las empresas que quieren enviar mercancía a estos países lo hacen al mismo tiempo lo que provoca la lógica saturación de buques y una subida de precio por contenedor. Es importante recordar que en estas semanas es más que habitual perder el cut-off, sufrir roll over y terminar pagando un recargo por el manejo de cada contenedor.
Recargo por motivos de emergencia
El EBS (Emergency Bunker Surcharge) es el recargo que aplican las navieras si sus barcos tienen que pasar por zonas en guerra o por las que es habitual la piratería. Aclaramos que este recargo no tiene relación con el que aplican las navieras por el aumento de precio del fuel, que sí suele conocerse con antelación. El EBS lo aplica cada naviera de forma inmediata y a cargo siempre de los propietarios de los contenedores transportados.
Recientemente, se ha observado que no hay motivos suficientes para la aplicación del recargo. Sin embargo, se sigue cobrando como una medida para recuperar un poco las pérdidas en cada flete. Esta situación ha provocado el correspondiente enfado de las empresas que envían su mercancía por mar.
Los cambios en el transporte terrestre
Se ha vivido en Estados Unidos, que necesita más de 50000 camioneros para satisfacer la demanda, y también en otros países del mundo. El prohibitivo precio del transporte por carretera ha servido para que muchas compañías prefieran usar una ruta marítima para acortar los plazos y conseguir así aumentar su competitividad. La lógica consecuencia de esta situación es un aumento sensible de la demanda de fletes. Para evitar el aumento de precio es más que recomendable apostar por encargar el envío con la máxima antelación. Un plan de emergencia puede ser la mejor arma para cualquier expedidor que quiera evitar pagar más por el mismo servicio.
Ocupaciones, demoras e inspecciones
A pesar de que la naviera siempre aclara el precio y las características de sus envíos, hay otros costes imposibles de calcular como:
- Las ocupaciones. Cada puerto cobra una cantidad por la ocupación del espacio público por parte de cada contenedor. Por lo general, son cinco los días libres como máximo.
- Las demoras. Son los gastos que se cobran por el uso de los contenedores. Se ofrecen siete días libres aunque se puede negociar con el transitario para aumentar este plazo. De no planificar esta petición, es necesario abonar por cada día que esté el contenedor en el puerto.
- La inspección física. Depende de la documentación entregada en la aduana. A mayor claridad, menos problemas. En caso de inspección, hay que afrontar los pagos de los dos apartados anteriores.
Esperamos haber aclarado por qué los distintos factores arriba mencionados pueden llegar a ser muy superiores al precio del envío. La previsión, la entrega de la documentación y el evitar la temporada alta son los mejores consejos para ahorrar lo máximo posible.
AM CARGO… ¡Siempre Around The World!